La modelo estadounidense Pixee Fox, de 26 años, comenzó en 2013 a obsesionarse por las cirugías estéticas tras romper su relación amorosa. Quería parecerse a un dibujo animado y convertirse en una criatura de la vida real. Desde entonces, su cuerpo cambió bruscamente.
La joven tenía baja autoestima, se sentía insegura y no se veía a gusto con su aspecto físico. Es así como empezó a realizarse diferentes cirugías y llegó a someterse a más de 20 intervenciones estéticas para cambiar por completo su aspecto físico.
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Le costó más de 125 mil dólares. Pixee se sacó las seis costillas para tener una cintura de 35 centímetros. La recuperación se demoró seis semanas y ahora usa una faja todos los días. Sus órganos internos perdieron su protección natural.
“Quiero tener una cintura pequeña. Un trasero lindo, grandes senos, grandes ojos y una cara bonita”, aseguró en una entrevista. Tuvo cuatro rinoplastias y cuatro aumentos de mama, llegando hasta la copa J.
También se operó sus párpados superiores, se realizó dos liposucciones, se operó las mejillas, los labios y hasta hizo tratamientos para levantar su cola. Pero hay más: la modelo se hizo una labioplastía, una intervención que reduce el exceso de tejido de los labios mayores de la vagina.