Quinn Duane es una joven estadounidense, de 27 años. Como tantas mujeres tenía el sueño de casarse y había llegado el gran día. Sin embargo, su novio se arrepintió y, pocas horas antes del evento, le avisó que no serían "marido y mujer".
La fiesta iba a realizarse en uno de los lujosos salones del Citizen Hotel de Sacramento. Como ya habían gastado 35 mil dólares, y para que alguien aprovechara semejante inversión, la frustrada novia decidió invitar a 120 indigentes y vagabundos de la zona. Ellos pudieron disfrutar de la comida que no iban a saborear familiares y amigos.
Los organizadores tuvieron que abrir el salón por pedido de la novia. El menú incluyó ensaladas italianas, platillos de salmón, carne asada, bebidas y todo tipo de postres. Para las personas de bajos recursos fue una sorpresa que no olvidarán jamás.
Según el noticiero KCRA de Sacramento, la joven no estaba deprimida y sus nuevos invitados no pararon de agradecerle lo que para ellos era una "bendición".