Un día de pesca significa un momento de pura tranquilidad, donde el sonido de la naturaleza invade y genera grandes satisfacciones. Pero estos mexicanos no tuvieron la mejor experiencia en el río Culiacán del estado de Sinaloa.
En medio de esa actividad, en busca de buenos peces, se llevaron una terrible sorpresa. Como si se tratara de una escena de una película de terror. Sin embargo, estaba ocurriendo en ese instante y era de verdad.
Los pescadores hallaron dos ataúdes sumergidos en la profundidad del agua. Los féretros presentaban un estado de abandono y sospechan que se trataban de piezas de alto costo.
Se cree que pudieron haber tenido cuerpos. Por esta razón, los rastreadores del grupo Voces Unidas por la Vida, encargados de buscar fosas clandestinas con personas enterradas, trabajan en el lugar para investigar de dónde vienen y tratar de encontrar restos humanos.