Ante de que llegue la Navidad, una mujer recibió un regalo, mejor dicho, el peor regalo de su vida. ¿Papá Noel habrá tenido algo que ver? Lo cierto es que en su casa de Melbourne, Australia, un enorme bicho la fue a visitar y quiso jugar a las escondidas.
En su enorme árbol navideño, encontró una serpiente de un metro de largo enroscada. Se trataba de una serpiente tigre, que ingresó por una de las puertas de la vivienda que había quedado abierta.
La pobre señora se llevó un importante susto. Inmediatamente pidió ayuda a un cazador para que atrapara al animal. Según pudo constatar, estas especies de serpientes son venenosas y suelen encontrarse en zonas costeras de Australia.
Más tarde, fue liberada de nuevo a su hábitat, porque son protegidas en la mayoría de los estados australianos.