Cuando se descompone el auto en medio de una ruta solitaria, la bronca inicial provocada por el desperfecto, con el correr del tiempo, suele mutar a la tranquilidad y aceptación de la situación. A su vez, minutos más tarde, la resignación se trasforma en aburrimiento.
Este tránsito de estados de ánimos parece haber tenido un joven conductor que, hastiado, se lanzó con el rodado apagado por una bajada sinuosa y se accidentó.
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El automovilista había estado transitando por una carretera de Nueva York cuando el motor empezó a fallar. Se bajó del autóvil para buscar una solución, pero sus débiles conocimientos sobre la materia no lo ayudaron a encontrar la solución al problema mecánico. Pretendió reiniciar la marcha, pero el encendido dejó de funcionar.
Llamó a uno de sus amigos para que lo auxilie con una grúa. Esperó hasta que se cansó de mirarse los dientes en el espejito del parasol. Entonces tomó una insólita decisión: hacer una pequeña película para diversión de sus amigos y así matar el cansancio provocado por la demora.
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“Mientras esperaba a que vinieran a ayudarme, decidí hacer un ridículo video de Snapchat para ellos, así me divertía un poco" dijo el conductor que subió éstas imágenes a las redes.
La gracia consistió en usar el coche como si fuera un skate. Así que abrió la puerta, levantó el freno de mano, sacó la marcha, puso el contacto y se arrojó a la loca aventura. Por su puesto que, por las leyes de la física, el auto tomó una velocidad incontrolable obligando al ingenuo piloto tener que saltar y dejar que el auto se estrelle a un costado del camino.
"No sufrí ninguna herida grave, más allá de algunos moretones. El vehículo, claro, quedó destruido", concluyó el joven.