En febrero de este año, un hallazgo histórico se registró en la Antártida y resolvió un caso abierto desde hacía décadas. Una expedición de investigadores de África arrojó como resultado imágenes del Endurance, una embarcación hundida en el continente más austral de la Tierra.
El equipo Endurance 22, organizado y financiado por The Falklands Maritime Heritage Trust (FMHT), fue el responsable del descubrimiento. A cargo de John Shears, la expedición recorrió el camino que había definido previo a la salida con éxito.
Según los primeros testimonios, los restos del naufragio se encontraron en buen estado y a una profundidad de 3.008 metros en el mar de Weddell. Como condición de la búsqueda, y para preservar el pecio, los expertos sacaron fotos sin tocar nada.
El hundimiento
En 1914, Ernest Shackleton, explorador polar- irlandés, emprendió una expedición científica y geográfica hacia la Antártida. En la travesía, el Endurance recorrería más de 2900 km por el continente helado.
Dadas las condiciones climáticas y la carencia de tecnología, el barco no soportó los bloques de hielo en el camino y terminó hundiéndose meses después.
A solo 160 km de la Antártida, pero sin comunicación, Shackleton subió a los hombres a botes y los envió a la Isla Elefante. Con una alimentación a base de pingüinos y focas, se mantuvieron vivos. A pesar del altercado, los 28 tripulantes sobrevivieron.
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No se supo más nada de la embarcación hasta este miércoles, cuando los expertos confirmaron el hallazgo. “Está erguido, bien orgulloso en el lecho del mar, intacto y en un estado de preservación brillante”, relató Mensun Bound, director de la búsqueda.
Tras el hallazgo, definieron al pecio como un "Lugar Histórico y Monumento" bajo el Tratado Antártico.