Un japonés de 71 años quedó detenido por haber hecho alrededor de 24 mil llamadas en una semana para quejarse del servicio que le ofrece su compañía de teléfonos, según informó la prensa local.
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La Policía de Tokio informó que Akitoshi Okamoto fue detenido la semana pasada tras realizar centenares de llamadas durante siete días a un número gratuito de servicio al cliente del operador telefónico KDDI.
El jubilado habría realizado muchas de las llamadas desde un teléfono público para dejar claro su descontento e insultar al personal de la empresa.
"Exigía que el personal de KDDI le pidiera disculpas por violar su contrato. También solía colgar rápidamente después de marcar el número", indicó un portavoz de la Policía nipona.