La “solución mágica” del pediatra californiano para calmar a un bebé tuvo una gran repercusión en los medios de todo el mundo. Eso nos da la pauta de la gran preocupación que es para algunas madres y padres aplacar el llanto de sus recién nacidos.
En este caso, La Vanguardia enumeró una serie de técnicas que tienen bastante acuerdo general para tranquilizar a recién nacidos en los primeros meses.
- Observar con atención cualquier señal que pueda indicar la causa que produce malestar en el bebé. Los expertos coinciden en que los cuidadores del pequeño tienen que cerciorarse en un primer momento qué factor provoca su incomodidad. Las causas principales son: el hambre, el dolor y la enfermedad.
- Aumentar el contacto físico. En contra de la creencia popular que levantar mucho al niño en brazos es malcriarlo, la mayoría de especialistas desmienten que dejar llorar al niño desconsoladamente sea la mejor opción.
- Mecerlo suavemente. Los movimientos rítmicos tienen un efecto calmante sobre el bebé ya que le recuerdan a su vida en el útero.
- Arrullarlo. Este método es muy antiguo. Griegos y romanos ya envolvían a sus bebés en toquillas suaves y calentitas. El niño siente una sensación de contención y protección parecida a cuando estaba en el interior de su madre.
- Pasear al bebé en brazos. Es muy efectivo, ya que en la mayoría de ocasiones si el bebé no tiene hambre, ni dolor ni se siente incómodo por cualquier otro motivo, deja de llorar y se sumerge en un profundo sueño.
- Darle un masaje. El masaje en diferentes partes de su cuerpo y con delicadeza le ayudará a acostumbrarse a su cuerpo y a relajarse.
- Bañarlo. La mayoría de padres han podido comprobar en alguna ocasión el poder relajante del agua.
- Permitirle que succione. La succión produce alivio en el bebé, ya que el estómago y la musculatura se relajan.
- Hacerle escuchar sonidos monótonos. Una emisora de radio, una lavadora centrifugando o un ventilador son algunos de los aparatos que producen sonidos monótonos que tranquilizan al bebé, según los expertos.
- Mantener la calma. Este es el principal consejo que da el pediatra Santiago Mintegi, que explica que en el caso de los niños con un llanto más persistente, los padres se sienten agotados después de oírle llorar durante horas, por lo que “muchas veces la persona que mece al niño no se encuentra en las mejores condiciones”.

Las 10 mejores técnicas para calmar a un bebé