“Hijo de Pilar y Emilio. Deja este mundo sin haber aportado nada de interés. Creyente en un Dios que espero que exista. Sus primos y demás familia lo comunican a sus amigos y conocidos, y les ruegan un recuerdo en sus oraciones”.
Ese fue el mensaje de despedida que publicó la familia de Emilio Miró Paniello, de 77 años, en el diario español La Vanguardia. Como era de esperar, el obituario generó inmediata repercusión y se viralizó en todo el mundo.
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Sin embargo, la explicación no tiene nada de cruel y sí habla del excelente sentido del humor del hombre que murió. No fueron pocos los periodistas que se acercaron al funeral en Barcelona y la familia les contó el por qué de la curiosa despedida: el mensaje había sido escrito por el propio fallecido.
“Era un hombre con una cultura muy elevada y también muy modesto, hizo muchas cosas, pero el obituario cuadra con su forma de ser”, describieron sus seres queridos, que lo despidieron con una sonrisa. "Forma parte de un testamento vital que dejó y lo descubrimos después de su muerte”, agregaron, y afirmaron que decidieron enviarla al diario de manera "literal".