Un trabajador de la construcción demolió la fachada de la casa, gran parte del techo y dejó los escombros sobre el jardín y la calle porque no le pagaron. El hecho ocurrió en la ciudad de Leicester, Inglaterra.
Según trascendió, el propietario de la vivienda consideraba que el obrero no había terminado el trabajo en el tiempo acordado, por eso decidió no pagarle y tomarse unos días de descanso con su familia. Al regresar se encontraron con su casa parcialmente destruida y el jardín lleno de escombros.
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Otros vecinos se quejaron porque la venganza del constructor dañó parte de sus viviendas. Las calles del barrio también terminaron llenas de ladrillos que impedían la circulación.
El propietario alegó que el albañil no había hecho bien su trabajo y por esa razón se negó a pagarle las 3.500 libras que habían acordado. El hombre de 40 años había comprado la casa el año pasado en medio millón de libras.
Luego de encontrar su casa destruída, el hombre intentó acudir a las autoridades. "Cuando llamé a la policía, me dijeron que no podían hacer nada porque es una disputa y no un caso penal. Es una pesadilla, desafortunadamente elegí al peor constructor de Gran Bretaña", sentenció.