Era tan tranquilo y plácido el viaje de Doha a Bali, que el hombre pudo dormirse profundamente en el asiento del avión de Qatar Airways. Él pudo relajarse, pero el resto de la familia no pudo pegar un ojo: el hijo porque estaba entretenido con el paisaje aéreo y la esposa porque estaba muy preocupada.
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La mujer de nacionalidad iraní arrastraba una duda anterior a la compra del pasaje. La sospecha de una supuesta infidelidad del marido le estaba carcomiendo la cabeza. Así que aprovechó el descuido y le quitó su celular para leer los “mensajes prohibidos”.
Con sumo cuidado tomó la mano del esposo entregado al sueño y puso su pulgar sobre la pantalla para habilitar el teléfono. Al verificar que el aparato estaba lleno de información sobre un romance furtivo, estalló de bronca. Despechada, empezó a golpear al hombre que le había prometido amor para toda la vida.
La tripulación intentó mediar para calmar la situación pero no tuvo éxito. Como los gritos de la mujer fuera de control no paraban, el capitán decidió hacer un aterrizaje de emergencia en Chennai, ciudad del sur de India.
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Con el matrimonio desbordado ya en tierra, el avión continuó con su viaje programado. “La familia pasó el día en el aeropuerto de Chennai y fue enviada después a Kuala Lumpur en un vuelo de Batik Air. No se tomó ninguna acción policial", declaró un responsable de seguridad del aeropuerto indio.
