El próximo 31 de octubre la cita es mirar al cielo, además de salir a golpear puertas para pedir "dulce o truco" en la Noche de Brujas -más conocido por Halloween-. Porque un evento astronómico se producirá desde ese día hasta el 1° de noviembre, fenómeno que en promedio sucede cada dos años y medio.
Se trata de la Luna azul, también llamada Blue Moon, y que volverá a observarse en 2023. Este fenómeno nada tiene que ver con el cambio del color del satelite -de hecho se verá en su color gris perla habitual-, sino más bien se utiliza para describir que habrá dos lunas llenas en un solo mes.
Según explicó la NASA, los meses tienen una sola luna llena, ya que un ciclo lunar se repite cada 29 días aproximadamente. Sin embargo, pueden suceder dos en un mismo mes, debido a que tienen 30 o 31 días. El primer día de octubre se dio la luna llena y ahora ocurrirá la segunda, llamada Luna azul.
Por qué se llamó Luna azul
La agencia espacial civil norteamericana explicó que el término se dio en 1940 y era explicado por Maine Farmer’s Almanac (la fuente más confiable acerca del clima desde hace casi 200 años). Sin embargo, los astrónomos no llegaban a comprenderla.+
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Es así como la revista Sky & Telescope se encargó de definirla en 1946 en un artículo publicado por James Hugh Pruett al que tituló "Una vez cada Luna azul”. Con un lenguaje llano, simplificó: “La segunda (Luna llena) en un mes, tal como yo la interpreto, se llama Luna Azul”.
Cuándo la luna se vio azul
En 1883, las cenizas que se dispersaron en el aire por la explosión del volcán Krakatoa en Indonesia genearon la apariencia de una luna con tonalidad azul.
El cambio de color se debió a que la fuerza de la erupción elevó, hacia lo más alto de la atmósfera terrestre, nubes de ceniza cuyas partículas de aproximadamente un micrón de ancho impedían filtrar la luz roja y solo dejaban pasar otros colores.