La foto es impactante. Unos pies manchados de sangre, junto con un par de tacones altos, también con restos de sangre. La foto subida a Facebook por Nicola Gavins y no para de compartirse.
Es la historia de su amiga -moza en un restaurante de Canadá- que fue amonestada por cambiarse los incómodos zapatos por unas chatitas cuando los pies ya le dolían demasiado, "al punto de perder una uña".
Gavins contó que la política de una cadena de restaurantes es que todas las camareras usen tacos de 5 centímetros, salvo específica restricción médica. Por lo que su amiga no solo fue amonestada si no obligada a usar los mismos zapatos al día siguiente.
Muchos lectores se indignaron con el caso y opinaron que "la mujer de los pies sangrantes" debía renunciar. Otros entendieron que no era tan simple. "Me tomó un minuto darme cuenta que lo rojo era sangre. Eso es físicamente y mentalmente inhumano", escribió uno de ellos.