El Ministerio Fiscal de España cree haber aportado todas las pruebas necesarias para que Adaia López Esteve sea condenada: pidieron ocho años de prisión para la joven de 24 años acusada de arrancarle la lengua de un mordisco a su novio.
El hecho ocurrió el 27 de junio de 2017. Ese día, el hombre 15 años mayor que ella decidió ponerle fin a la tormentosa relación que duró unos seis meses. Siempre según la acusación, Adaia le pidió "un último beso" y le terminó arrancando la lengua como venganza.
"Tras fundirse en un dulce abrazo, ella le pidió un último beso y él accedió. Fue en ese instante cuando ella, de un mordisco, le arrancó la lengua y la escupió al suelo. Sin mediar palabra, tomó la puerta y se largó, dejando al joven, prácticamente, desangrándose. La rápida actuación de un vecino y su fulminante traslado al hospital lograron detener la hemorragia", informó El Taquígrafo, el sitio que difundió la historia.
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Sin embargo, la mujer que se sentará en el banquillo de los acusados dio una versión muy diferente de los hechos. "Si hace dos años no me hubiera defendido, ahora estaría muerta", aseguró en diálogo con La Vanguardia.
"Tuvimos una discusión y yo quería irme de allí. Cogí mi móvil y el cargador y me fui a algún locutorio para cargarlo. Él me siguió por la calle. Como estaba todo cerrado, corrí un poco y volví a casa. Allí me acorraló, me cogió, me agredió y me estuvo ahogando muy fuerte durante varios minutos. Me decía que no me podía ir, que me tenía que quedar con él. Me tenía cogida por el cuello y me tapaba la boca y nariz. Unos segundos más y me muero. Luego me hizo una especie de gancho y me metió la lengua en la boca. No sé por qué lo hizo. Estaba tan nerviosa que lo que quería era irme de sus garras. Cerré la boca y salí corriendo”, relató la acusada, quien denunció a su ex por violencia de género.