Zachary Kingsbury se las ingenió para burlar a los policías. Lo habían detenido por contrabando de sustancias prohibidas. En un descuido, corrió unos metros y se tiró al mar desde un puente que estaba a pocos metros del control.
Mientras nadaba, los uniformados sacaron un dron para filmarlo y mantenerlo vigilado hasta que se acercara una lancha de la guardia costera.
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Al hombre, se lo vio nadar muy tranquilo y hasta parecía burlarse de los policías por su inesperada decisión.
Sin embargo, antes del rescate el escurridizo infractor recibió la visita inesperada de un enorme tiburón que comenzó a nadar a su alrededor.
Desesperado pidió ayuda y antes de convertirse en el almuerzo del escualo, llegó la policía para sacarlo de la incómoda situación y llevarlo preso. VIDEO