Lo primero que hay que saber sobre los tatuajes que imprimen tinta negra sobre la piel es su falta de regulación. Cuando surgieron como opción, tenían como objetivo la remoción de un tatuaje anterior. Un mal diseño, el nombre de un o una ex o el cansancio de un dibujo provocaban que alguien decidiera pintarse un bloque negro. Sin embargo, cuando los famosos comenzaron a optar por esta técnica, se transformaron en una moda.
El primero fue Lionel Messi, la segunda fue la It girl Cande Tinelli.
La discusión ya dejó de ser estética. Más allá de si nos gusta o no, en el medio hay una cuestión de salud. Los tatuajes blackout son muy invasivos.
En un comunicado de la Sociedad Argentina de Dermatología, firmado por la doctora Marta Patricia La Forgia, alerta sobre la peligrosidad: los tatuajes blackwork o blackouttattoo contienen “una técnica invasiva no completamente regulada por la autoridad sanitaria y plantea riesgos por los tintes: en el caso del negro porque puede enmascarar un diagnóstico temprano de una lesión pigmentaria potencialmente maligna; porque el tinte puede migrar a los ganglios y resultar en una innecesaria ampliación quirúrgica si los mismos son analizados para evaluar progresión tumoral; si en su composición, que frecuentemente el propio tatuador ignora, se incluye al óxido férrico pueden ocurrir sensaciones quemantes en la zona, si el sitio se somete a una resonancia magnética nuclear (una práctica usual ante diagnóstico traumatológico); con los tintes rojos (fundamentalmente) reacciones alérgicas pueden ocurrir y estas y otras como las granulomatosas, pueden afectar el resultado de una técnica promovida con fines estéticos.”
Aunque la decisión de los tatuajes es absolutamente personal, primero hay que concer los riesgos reales de una intervención de ese tipo.
¿Cuánto cuesta? Un blackout en media pierna, del tamaño del de Messi, se realiza en varias sesiones con un costo aproximado de tres mil pesos cada una. Por lo que para realizarse uno, se necesita disponer de un mínimo de 15 mil pesos.