Argentina está terminando de atravesar el verano más caluroso de su historia, y en medio del agobio por las altas temperaturas, se sumaron los continuos cortes de luz en las ciudades y las graves sequías en los campos.
Como si fuera poco, en los últimos días, una plaga de pequeños bichos negros que generan una picazón muy molesta, invadió lugares como CABA, el Conurbano bonaerense, y ya se escucha que hasta llegaron a Córdoba.
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Se trata de los trips, unos insectos que comen tejidos de plantas y son plaga de cultivos. Por el intenso calor se desarrollaron muy rápido y no tienen de dónde sacar el alimento, ya que los cultivos quedaron estresados producto de la sequía.
“Buscando agua, llegaron a nosotros”, aseguró José Crespo, biólogo del Conicet. Y explicó que las molestias que generan tiene que ver con su manera de alimentarse, porque que su aparato bucal es “raspador y chupador”. Generalmente raspan en la hoja y luego chupan el contenido. “Nos hacen lo mismo mientras buscan el agua y minerales disponibles en el sudor”, agregó.
Una de las preguntas que surgen ante su aparición es si pueden hacer daño a los humanos. “A las personas no pueden hacernos más que pequeñas ronchas o alguna alergia”, detalló Evangelina Perotti, ingeniera agrónoma del Inta, en diálogo con Arriba Córdoba. Sin embargo advirtió que “se recomienda proteger sobre todo a los menores, para evitar este tipo de inconvenientes”.
“Estas plagas están muy sujetas a las condiciones climáticas, por eso es muy probable que ante precipitaciones o un cambio de temperatura, empiecen a disminuir”, manifestó.
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La mala noticia es que los repelentes no están pensados para estos insectos y por eso carecen de efectividad.
Pero combatirlos no es tan complicado y se puede hacer con dos repelentes “caseros”. Uno, diluyendo jabón potásico en agua, para aplicarlo sobre la huerta o las plantas ornamentales. Y otro, fabricando una trampa pegajosa. Como los trips son atraídos por colores como el azul y el amarillo, se puede rociar con aceite un cuadrado de papel o cartón de esos colores, de modo que al apoyarse en la superficie, los bichitos quedarán pegados.
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