Los milagros existen y esta historia deja entrever que es así. Ese momento fue realmente emotivo: la mamá no lo olvidará jamás. El hecho ocurrió en el cementerio del pueblo de Waterlooville, en Inglaterra.
Marie Robinson, de 45 años, perdió a Jack, su hijo de cuatro años. Murió tras un tumor maligno y el pasado sábado se cumplieron tres años de su fallecimiento.
Por eso, la mamá y el gemelo, Liam, fueron a visitar su tumba y a llevarle flores. Se sentaron cerca de Jack y la angustia los invadió. La mujer comenzó a decirle cuánto lo extrañaba y le pidió que le diera una señal. Pero nunca imaginó que iba a ocurrir algo asombroso.
De pronto, recibió una hermosa respuesta: un pajarito comenzó a volar cerca de ella y se posó en su mano. Robinson asegura que sintió la presencia de su hijo. Mientras lloraba emocionada registró ese profundo instante. Mirá: