El objeto celeste tiene 650 metros de diámetro y mide 1.4 kilómetros. Parece ser rocoso pero no se conocen muchos detalles sobre su estructura. Se acercará desde la dirección del Sol y brillará en una magnitud 11, en el cielo nocturno. Podrá ser observado con telescopios pequeños y de aficionados durante dos o tres días. Hasta que dure su alejamiento.
Los especialistas explicaron que pasará a 4.6 veces la distancia entre la Tierra y la Luna, y a 1.8 millones de kilómetros. El fenómeno será observado con mucha atención porque se trata del acercamiento más próximo de un objeto de ese tamaño. El último ocurrió en la década pasada.
Fue definido como potencialmente peligroso porque pasará cerca de la tierra en términos espaciales. Algo así como 0,05 unidades astronómicas o a menos del 5 por ciento de la distancia que separa la Tierra de Sol.
Hay que aclarar que no hay ninguna posibilidad de impacto. Los asteroides fascinan a los científicos. En la antigüedad, los provocaron verdaderos desastres naturales. Afortunadamente, los choques ocurren tras varios millones de años.
En nuestro tiempo, la gente aún recuerda el impacto de un pequeño asteroide en Rusia. La explosión que provocó cuando entró a la atmosfera dejó mil heridos y perdidas millonarias.