Jackie le había asegurado a su novio que tenía un viaje de trabajo a Atlanta, Estados Unidos. Al llegar al hotel en el que se hospedaría, ella comenzó con el sexting (enviar fotos o videos eróticos de ella misma) para levantar la temperatura a la distancia.
Pero nunca esperó que ese juego termine de la peor forma. Primero le escribió un mensaje diciendo que recién llegaba al hotel porque su vuelo se había demorado, para luego enviarle la primera foto sexy, mostrándose en corpiño.
"Continúa", pidió su novio, cuyo nombre se desconoce. Ella accedió y le envió otra imagen sin ropa interior, tapándose con la otra mano. Al instante, él preguntó: "Espera, ¿estás sola?". El error ya se había cometido. La joven le mandó otra foto, esta vez mostrando todo, pero no logró distraerlo.
La pareja de Jackie descubrió una valija desconocida. "Sé que no es tuya", le dijo. Para corroborar la infidelidad, el joven llamó a la habitación y estaba a nombre de el jefe de su novia, Tom.
"No puedo creer que pienses que soy tan estúpido. Organizas un viaje con tu jefe y pretendes decir que vas a ir sola. Sabía que algo había entre ambos", se descargó. Además, el engañado le advirtió que cuando volviera encontraría todas sus cosas fuera. "¡Diviértete con Tom y púdrete!", cerró.