“No es mío”, aclaró el cliente en su defensa, cuando un caballo se asomaba por la puerta. “Ay, cómo lo corro”, exclamó desesperada la empleada del negocio. Acto seguido, el animal ya estaba robándole la comida exhibida en el mostrador.
El hecho ocurrió pasado el mediodía del martes en un almacén ubicado en barrio Carrara de Horizonte. “¿Cómo lo saco?”, se preguntó a los gritos Florencia, quien en ese momento estaba a cargo de la atención.
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Jamás imaginó tener clientes de cuatro patas: claro, no fue el único que entró. Después de que el primero se apropiara de una bandeja de cubanitos, apareció su compañero. Ambos se devoraron los dulces.
Ya no sabía cómo ahuyentarlos. Ante la desesperación, la joven llamó a su jefe. La solución que encontraron fue tirarles agua para espantarlos. Pero lo único que tenía a mano era una botella con alcohol rebajado con agua para desinfectar manos. Sin dudarlo, comenzó a arrojarles en la parte del lomo.
Asustados, los caballos retrocedieron hasta que lograron salir. Pero, “no pagaron lo que consumieron”, dijo entre risas la trabajadora en diálogo con El Doce. “Casi me da un infarto”, confesó tentada.
+ VIDEO: el momento en que los caballos sorprendieron a la empleada
Las cámaras de seguridad registraron la escena. Lo cierto es que en las imágenes quedó en evidencia el mal estado de los animales, en aparente desnutrición. Además, uno de ellos tenía una soga en el cuello. No descartan que haya estado atado.