El Mundial de Sudáfrica 2010 fue, quizás, uno de los más decepcionantes en la historia de la Selección Argentina. El combinado dirigido por Diego Armando Maradona llegó con pocos argumentos futbolísticos para ilusionarse con salir campeón.
Sin embargo, la presencia "divina" del Pelusa en el banco de suplentes, y la de Lionel Messi en cancha, encendieron las luces de esperanza en los corazones de los hinchas. La fe de los futboleros provenía de la mítica figura del Diez, quien levantó gran polémica con algunas decisiones, como la de incluir a Ariel Garcé en la lista definitiva de convocados.
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La historia mundialista ya había arrancado torcida de entrada en Eliminatorias. Con una aparición milagrosa de Martín Palermo en un recordado 2 a 1 sobre Perú bajo la lluvia, la Albiceleste selló su clasificación a la máxima cita con un festejado triunfo por 1 a 0 ante Uruguay, en el estadio Centenario. ¿El autor del gol? El cordobés Mario Bolatti. Aquel tanto fue una especie de aviso de que la provincia mediterránea iba a pisar fuerte en Sudáfrica. Y no solo en el verde césped.
Después de haber convocado a 108 jugadores durante su ciclo, Maradona dio la lista definitiva de 23 para ir a Sudáfrica. En la nómina incluyó a cinco jugadores cordobeses: Martín Demichelis (Justiniano Posse), Walter Samuel (Laborde), Nicolás Burdisso (Altos de Chipión), Mario Bolatti (La Para) y Javier Pastore (Córdoba).
Esto representó la mayor cantidad de coterráneos en un Mundial. Algunos con más protagonismo que otros, todos tuvieron minutos en los cinco partidos que disputó Argentina.
De esta manera, el 22 de junio de 2010 fue el día más "cordobés" de la Selección en el Mundial. El combinado nacional se enfrentaba con Grecia por la tercera fecha del Grupo B. Luego de las victorias sobre Nigeria y Corea del Sur, el Pelusa de Fiorito decidió plantear un mix de titulares y suplentes para enfrentar al equipo helénico. Con el equipo ya clasificado a octavos de final, lo mejor era no arriesgar jugadores.
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Con esta premisa de guardar futbolistas, el "Diegote" alineó el siguiente once inicial: Sergio Romero; Nicolás Otamendi, Martín Demichelis, Nicolás Burdisso, Clemente Rodríguez; Juan Sebastián Verón, Mario Bolatti, Maximiliano Rodríguez; Lionel Messi, Sergio Agüero y Diego Milito. Así, tres coterráneos fueron de movida, aunque la faceta cordobesa había empezado a sentirse en la previa del encuentro.
En imágenes de aquel momento, se pudo ver a Maradona mientras llegaba al vestuario y cantaba una melodía sumamente sonada en cualquier fiesta de 15 o casamiento que se precien de tales. "Hoy quiero amanecer en una cabaña...", entonaba el Diez para sorpresa de todos. El tema en cuestión no era otro que La Cabaña, de La Konga, grupo de cuarteto que en aquel momento no gozaba de tanta popularidad como hoy.
Entre tanta vuvuzela -una especie de corneta típica de Sudáfrica- que aturdía a los jugadores, el ritmo del tunga tunga se las ingenió para meterse en el vestuario de la Selección. Pero no fue un hecho azaroso, ya que Carlitos Tevez, cuartetero de la vieja guardia, fue el encargado de hacer estallar el ritmo tropical en su parlante.
Después, en los 90 minutos Argentina se impuso 2 a 0 sobre Grecia. Demichelis abrió el marcador con un zurdazo furibundo y Palermo puso cifras definitivas para tachar un objetivo más en su interminable lista de goles importantes.
En cuanto a los otros coterráneos, Burdisso cumplió un buen papel, al punto que terminó ocupando el lugar de Samuel como segundo marcador central en el resto de la competencia. Por otro lado, Bolatti fue un "relojito" en la mitad de la cancha y Pastore entregó chispazos de su calidad en los pocos minutos que entró.
También hubo tiempo para una perlita de Maradona: salió en todos los medios mientras insultaba al "10" rival, Georgios Karagounis, que aparentemente había querido amedrentar a la figura del equipo, Lionel Messi.
Los flashes de los fotógrafos se quedaron con la imagen del Diego y Palermo fundidos en un emotivo abrazo. Sin embargo, aquel 22 de junio de 2010 quedará en la historia como "el día en el que la Selección tuvo tonada cordobesa".