El universo del fútbol lamenta profundamente la muerte de César Luis Menotti, prócer de la Selección Argentina y estandarte de una forma de sentir el Deporte Rey. Su paso a la inmortalidad disparó una cantidad incontable de homenajes.
En esa línea nostálgica de recuerdos, ElDoce.tv propone un repaso de las perlitas del Flaco vinculadas a Córdoba, un destino que no resultó indiferente en su vida. Además, una joyita del archivo de El Doce, en un mano a mano antes del Mundial 78.
Inicios con tonada
Aunque Menotti era rosarino de nacimiento, sus inicios como futbolista estuvieron fuertemente ligados al suelo cordobés. En primer lugar, antes de comenzar su etapa profesional a los 22 años en Rosario Central, el Flaco jugó en Marcos Juárez entre 1958 y 1959, tal como lo recordó en una entrevista. “De esa parte de mi vida no se conoce mucho. Yo jugué en el campo muchos años y antes de ir a Central estuve un par de años en Argentino de Marcos Juárez”, contó.
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“Allí jugué muchos partidos, no sé cuántos, pero fueron varios. Teníamos un muy buen equipo, a tal punto que jugamos una vez con Newell’s. Lo recuerdo como un club maravilloso, que era realmente de deportes. Siempre me sorprendió porque, tratándose de una ciudad chica, su gente se había esforzado para que tuviera de todo, no solo fútbol, algo que hoy es muy difícil de sostener en la actualidad. De ahí me fui a Central”, rememoró quien confesó que, en más de una oportunidad, había jugado de zapatillas porque los botines “eran muy caros”.
Además, en el marco de un Congreso de Fútbol en 2015, el DT campeón del mundo en Argentina 78 trajo a colación otro recuerdo referido a la ciudad del este cordobés: “Yo jugué en Marcos Juárez y si teníamos un partido en San Jerónimo, no quedaba ni el gato. Representar a tu ciudad, era algo muy fuerte”.
No obstante, ese no fue su único guiño cordobés en los albores de su carrera como jugador. Una vez que fue a probar suerte a Rosario Central, la rompió toda en el partido de prueba, en el que marcó dos goles. Lo curioso fue que los medios rosarinos publicaron que Central estaba probando un delantero cordobés de apellido Fernández. La cuenta estaba clarita: los canallas no querían que su clásico rival, Newell’s, les robara el nuevo talento y difundieron un apellido inexacto, algo que se acostumbraba en esa época.
Talleres Mundial
Férreo defensor e impulsor del federalismo en el fútbol argentino, el César Luis Menotti entrenador de la Selección recorrió casi la totalidad de la geografía del país en busca de talentos emergentes, en una época de marcado centralismo, en donde el interior estaba relegado a un segundo plano.
Así fue que dio con valores clave para la obtención del Mundial del 78, tales como Luis Galván, Daniel Valencia, en mayor medida, y Miguel Oviedo. Los tres eran figuras del sensacional Talleres de la década del 70, que compitió cabeza a cabeza con los poderosos en los campeonatos Nacionales.
Para graficar la importancia de aquel momento de la T, en diciembre de 1979 Menotti convocó a 12 jugadores albiazules, repartidos entre la Selección Mayor y la Olímpica.
“Córdoba fue muy importante para mí. Antes, durante y después del Mundial 1978. Yo llamaba a Córdoba y tenía para jugar un amistoso con la Liga. Alfio Basile estaba en Racing de Nueva Italia. Estaba el Talleres de (Amadeo) Nuccetelli al que pude ir. Todo lo que se hizo ahí con Roberto Saporiti, que casi lo saca campeón. Fui a todas las provincias, a casi todas. Hicimos un amistoso tras el título. Dejamos 1.300.000 dólares para que se hiciera un centro de la AFA porque no había donde concentrar”, detalló en un reportaje a La Voz.
Piropo pirata
El 5 de agosto de 1984 Menotti llegó hasta el Gigante de Alberdi para participar de un amistoso solidario por el Día del Niño entre Belgrano y un combinado al que se le dio el nombre de Las Estrellas.
“Belgrano representa a una parte importante, la más importante, en el fútbol de Córdoba y en una fecha como la de hoy, que es el Día del Niño tuvo el gesto de agasajar a los chicos y me parece una cosa muy positiva”, expresó en aquella jornada.
Y agregó: “Vine porque un hombre que estuvo a mi disposición durante ocho años y, por ende, me dio todo ese tiempo importante de su vida, sin pedirme ni un solo minuto a mí, sin llegar un segundo tarde ni faltar nunca, me hizo un pedido y yo no le podía fallar. Ese hombre se llama Luis Galván, uno de los más grandes jugadores que ha dado el fútbol argentino y que si fuera extranjero ya sería ídolo”. En aquel entonces, Galván jugaba en el Pirata, que venía de una buena campaña en el Nacional 84.
“La más importante”
En los últimos años, el Flaco Menotti participó de varios Congresos del Fútbol en Córdoba, en donde junto a otros referentes de la “redonda” disertó sus enormes conocimientos futbolísticos.
En el marco de una de esas visitas, el DT campeón con Huracán del Metropolitano 73 dejó su máxima muestra de cariño hacia el fútbol cordobés. “La ciudad de Córdoba ha sido una o la más importante en la historia de selecciones nacionales. Tengo un eterno agradecimiento a los clubes de Córdoba: a Talleres, Instituto y Belgrano que me cedían jugadores sin ponerme ninguna restricción. Mi eterno agradecimiento a la Córdoba que me ayudó como ninguna en 1976, 1977 y 1978″, concluyó.
Bonus track: joyita del archivo de El Doce
En la previa del Mundial de Argentina de 1978, Menotti dio un mano a mano para El Doce. El periodista Marcos Marchini consultó al por entonces entrenador del combinado nacional, que comenzaba a definir a sus convocados. Y Córdoba, con equipos como Talleres y Racing de Nueva Italia peleando el campeonato, estaba en su radar.
“En Talleres y Racing hay jugadores que le interesan a la Selección Nacional (...) Estoy muy feliz con la actuación de Talleres y de aquí en más vamos a estudiar porque hay problemas que hacen a la convocatoria definitiva de jugadores”, expresó.