Sigue la lucha entre Rodrigo Rey, el arquero de Independiente, y el colegio al que asiste Benicio, su hijo de 8 años diagnosticado con TEA (Trastorno del Espectro Autista). En las últimas horas el futbolista contó que recibió un carta documento de la institución privada con una drástica decisión.
La escuela ubicada en City Bell le informó a Rey y a su esposa que ninguno de sus dos hijos serán matriculados en 2025. La medida fue tomada por el deportista como una “represalia” tras su repudio por falta de inclusión ocurrida a mediados de este año.
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En esa oportunidad denunció que la escuela no atendió las necesidades del pequeño. Tras dos semanas enfermo el niño regresó a clases con indicación terapéutica de contar con un “espacio de clama”. Incluso su padre se ofreció a costear las reformas pero la escuela rechazó la oferta y le puso una colchoneta tirada en el piso, lo que indignó al jugador.
El descargo del futbolista
Mediante un posteo en redes sociales Rey criticó la medida del colegio. “No son días buenos ni son días malos, son simplemente días. No logran ser buenos porque sé que los míos, que mi familia, que mi mujer, que mis hijos, al igual que yo tenemos esa sensación de injusticia. Esa impotencia que se canaliza como se puede, que te atraviesa”, escribió.
Y siguió: “Esa bronca de ver que a veces no alcanza con ser buena gente, que defender los derechos de tus hijos le molesta a otras personas y deciden, en represalia sacar a tus hijos de sus espacios, de sus círculos de amigos, sin importar si su estabilidad emocional está en juego, sin importar que son chicos que su entorno los adora, sin importar que uno de ellos es TEA (autista) y que justamente sus amigos lo ayudaron a avanzar este año a pasos agigantados al punto de poder reducir sus terapias de 5 a 3 semanales. ESTAMOS ROTOS”, expresó el arquero en sus redes sociales.
Pese a la angustiante situación el futbolista dejó en claro que no bajaron los brazos. “Ahora, tampoco puedo permitirme que sean malos porque en mi mundo, en mi trabajo no hay pausas, no hay tiempos, se sigue siempre para adelante y hay que estar listo para la próxima batalla. Hay que juntar los pedacitos, pegarlos rápido y estar fuerte para seguir adelante dando pelea”.
Por último, el jugador de Independiente se mostró esperanzado. “Si hay algo que me enseñó el fútbol y la vida es eso, es a no bajar los brazos, es a hacer que las cosas sucedan, es que vale la pena librar las batallas que son honestas, que son justas y eso haremos. Con el corazón en la mano, juntos como familia, como equipo para buscar fuerzas de donde hoy es difícil encontrar. Confiamos mucho en Dios y en la justicia”, cerró.