Corría el octavo round en el Vaillant Live de Derbyshire, Inglaterra. El cordobés Ckari Cani Mansilla metió una combinación de dos golpes rectos y derribó al estadounidense Dylan Price, que cayó atontado en la lona. “Parate, parate así te cago a piñas”, vociferaba, poseído por el frenesí de un triunfo inminente.
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La victoria por knock out resonó en el mundo del boxeo ya que el pugilista perdedor venía invicto, con 19 victorias en su haber, y era el favorito de la promotora que fogoneaba la contienda.
Las lágrimas del vencedor no tardaron en caer, y los recuerdos afloraron en su mente. Rápidamente se le vinieron a la cabeza su familia, su querido barrio y el gimnasio Argüello Juniors. Pero también su lucha mano a mano con la muerte cuando sufrió un grave accidente de tránsito.

Corría el año 2021. Como todas las mañanas, Ckari se dirigía en moto a iniciar su jornada laboral como recolector de basura. “Ese día estaba apurado y me chocó un camión. Sentía que algo dentro no estaba bien y supe que me iba a perder una pelea que tenía pactada”, contó a ElDoce.tv.
El accidente le causó diferentes traumatismos graves y una lesión en el hígado que lo obligó a una embolización hepática. “Yo tenía el hígado rajado y los médicos me lo sellaron”, explicó cuyo particular nombre significa “Soy hombre” en quechua.
Estuvo 40 días internado, de los cuales 20 fueron en estado de coma. Una vez recuperado, los médicos le recomendaron no volver a boxear, pero Mansilla se calzó los guantes y no paró hasta que en 2023 pudo volver a pelear, no sin antes sortear rigurosos controles. “Lo único que sé hacer es entrenar”, señaló desde su casa en barrio Argüello.
Sus palabras pintan de cuerpo entero su devoción por el deporte. “Entreno dos veces al día. Arranco a las 5 de la mañana. Trabajo en el Surrbac como delegado y hago doble turno de entrenamiento, uno físico y el de boxeo en el Argüello Juniors”, detalló, además de explicar que no se priva de nada a la hora de comer, salvo de la gaseosa y de la comida rápida.
Hincha de Belgrano hasta la médula, Mansilla se apoya constantemente en su familia y equipo de trabajo. Con esposa e hijo acompañando cada paso que da en su carrera profesional, tiene en claro que en su vida todo lo consiguió por medio del trabajo y el sudor de su frente.
“En la casa de mis viejos éramos cuatro hermanos y siempre nos alentaron a terminar nuestros estudios y a trabajar. No conozco otro camino”, remarcó. Con un pasado en el karate, Ckari Cani incursionó en el boxeo a los 19 años y no lo largó más.

“Conocí a mi profe, Luis Olivero Canales, que apuesta por sacar a los chicos de la calle por medio del boxeo, y junto a él fui creciendo. Sabía que iba a ser profesional, que iba a vivir de esto”, contó quien ostenta un récord de 18 victorias y cuatro derrotas en su carrera. Además de Canales, a Mansilla lo acompañan en su equipo el preparador físico Hernán Borda y su amigo “Luifa” Zárate, exboxeador cordobés.
Repercusiones
Luego del cimbronazo que significó ganarle a Price en Inglaterra, Ckari le bajó el precio a la palabra “batacazo”. “Yo tenía claro que iba a ganar, venía trabajando muy bien, estaba muy bien entrenado y confiaba en el poder de mi mano”, enfatizó.
Pero no se relaja y sabe que con este triunfazo la vara está más alta que nunca. “Hoy ya tengo que volver a entrenar. Estoy todo contracturado desde la pelea”, bromeó entre risas.
Dentro del orgullo de haber representado al país con semejante knock out, Mansilla admitió que su victoria tuvo una repercusión impensada: “Me escribieron de todos lados, la verdad es un orgullo inmenso. Pero sé que tengo que estar tranquilo y pensar en lo que viene”, aseguró.
