La renuncia intempestiva de Diego Cocca como entrenador de Talleres sacudió al fútbol cordobés y los más memoriosos comenzaron a escudriñar en la historia local para encontrar antecedentes similares, siempre teniendo en cuenta directores técnicos que no hayan encabezado interinatos.
En el caso del Matador, la salida de Cocca es un caso inédito en su historia, lo que evidencia lo escandaloso del hecho. Más aún teniendo en cuenta que el Torneo Clausura 2025 inicia en tres días.
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En Instituto ocurrió un episodio similar en 1990, luego de descender a la B Nacional. El técnico Julio Correa trabajó junto a su asistente Hugo Trucchia durante 25 días y el cuerpo técnico se fue sin debutar, según el periodista especializado en historia del fútbol cordobés, Gustavo Farías.
“Fundamentaron su renuncia en la imposibilidad de ejercer sus funciones ante la falta de respuesta de los dirigentes al pedido de incorporar jugadores al plantel profesional y por la carencia de elementos para desarrollar el trabajo semanal”, reflejó una crónica de aquel entonces. En su lugar llegó Raúl Arraigada, que unos años antes había protagonizado una historia similar en Belgrano.

En cuanto al Pirata, atravesó una situación algo parecida en 1982. Eran épocas en las que Talleres, Instituto y Racing competían en los Metropolitanos y el Pirata hacía lo propio en la Liga Cordobesa y en los torneos Nacionales a los que clasificara.
Raúl “Pucho” Arraigada conformó un plantel que mechó entre experimentados y juveniles, entre los que se encontraba la Chacha Villagra, pero dejó su cargo tras un receso largo en la primera mitad del año, en el que no llegó a disputar partidos oficiales. Renunció a diez días del comienzo del Oficial de la Asociación Cordobesa y fue sucedido por Froilán Altamirano.
