La “Apachemanía” comenzó en Córdoba y le brindó una brisa de esperanza a los alicaídos hinchas de Talleres, que desesperaron tras la renuncia de Diego Cocca, pero recuperaron el ánimo luego de la confirmación de Carlos Tevez como nuevo entrenador.
No obstante, el lazo invisible que une al exdelantero de Boca y a la T viene de hace tiempo, una especie de “hilo rojo” que une a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, lugar o circunstancias.Este hilo puede estirarse o enredarse, pero nunca romperse.
Ese vínculo se gestó el domingo 21 de octubre de 2001, en Córdoba. Ese día, un jovencito de 17 años saltó al verde césped del viejo Chateau Carreras para debutar en Boca en el Torneo Apertura, en un cruce ante el Matador. Detalle no menor: lo hacía de titular en el equipo del gran Carlos Bianchi.
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“Todavía no sabía si jugaba yo o Roberto Colautti. Yo estaba meando y atrás viene Carlos Bianchi y se pone al lado mío. ‘Carlos, mirá que vas a jugar vos’, me dijo. Me empezó a temblar todo. Te juro. Él me miraba y me decía ‘tranquilo’. ¿Si le dije algo? Nada. Me temblaban las piernas. Iba a debutar…”, supo contarle a TyC Sports sobre ese día.
El partido terminó 1 a 0 a favor del local, que se quedó con los tres puntos por un gol de Julián Maidana de cabeza. Las crónicas de esa jornada dicen que Tevez tuvo una labor discreta, con evidentes chispazos de su talento pero sin llegar a descollar. Fue reemplazado en el segundo tiempo por el cordobés Ariel Carreño.

Otra particularidad de ese histórico partido es que cayó en el Día de la Madre. Como iniciativa del club y de su main sponsor, una reconocida cerveza, cada jugador xeneize vistió una camiseta con el nombre de su madre en la zona de la franja amarilla. El Apache lució “Fabiana” en el pecho, tal como se llama su madre biológica, aunque hubiera preferido el de su “mamá del corazón”, su tía Adriana, quien lo crio en épocas de necesidad. Cabe destacar que Carlitos lleva el apellido de Segundo Tevez, pareja de Adriana, que se hizo cargo del futbolista desde chiquito.
Gol recordado
Llegaba la octava fecha del Clausura 2004 y Talleres venía arrasando en el campeonato: estaba puntero e invicto, con seis victorias y solo un empate. El entusiasmo rebosaba en los matadores y la visita a La Bombonera para enfrentar a Boca era una parada de riesgo para ver para qué estaba la T.
El Xeneize venía de ser campeón del mundo en 2003 y tenía a Tevez en su esplendor, después de una lesión que casi lo marginó de la final de la Intercontinental ante el Milan.
El inicio del encuentro encontró a Aldo Arcángel Osorio (sí, se llama Arcángel) poniendo en ventaja a la T a los cuatro minutos, para delirio de 3.000 matadores ubicados en la lejana tercera bandeja que Boca le destinaba a los visitantes.

Sin embargo, la alegría duró poco ya que tres minutos después apareció el Apache para poner el 1 a 1 tras un grosero error de Víctor López que, siendo zurdo, quiso despejar de derecha, pifió y le dejó servida la definición a Carlitos.
Guillermo Barros Schelotto, de penal, y Diego Cagna, de cabeza, pusieron cifras definitivas al encuentro, que significó un golpe para la T, ya que perdió la punta a manos de Boca.
Ese torneo Clausura 2004 terminaría con River campeón, Boca segundo y Talleres tercero, peleando el título hasta el final. Sin embargo, eso quedó en segundo plano ya que el Matador terminpo descendiendo al perder en la Promoción ante Argentinos Juniors.
Más de 15 años después, Carlitos amargó a Talleres en la fecha 18 de la Superliga 2019/20 en el Kempes. Fue el 2 a 0 definitivo para el Xeneize, que se terminaría coronando campeón.
Como DT
Luciendo el buzo de entrenador, Tevez enfrentó a Talleres en tres oportunidades, dos como DT de Independiente y otra al mando de Rosario Central.
Al frente del Canalla, el Apache consiguió una victoria por 1 a 0 por la Liga Profesional 2022. En el Rojo, fue un empate y una derrota ante la T: un 2 a 2 por la Copa de la Liga 2024 y una derrota por 3 a 1 en la Liga del mismo año, con un recordado golazo de mitad de cancha de Ramón Sosa.