El asesinato de Fernando Báez Sosa, en enero pasado en Villa Gesell, puso al mundo del rugby en el ojo de la tormenta. La madrugada del 18 de enero un grupo de jugadores del club Náutico Arsenal de Zárate golpeó y asesinó al joven de 19 años en la puerta de un boliche. Desde ese momento, la reputación del rugby se manchó para siempre.
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"Fue un crimen. No creo que el rugby sea eso. Pero tenemos que hacer una fuerte autocrítica de la responsabilidad que tenemos en los clubes y en los jugadores aquellos que enseñamos o somos dirigentes. Tenemos que hacer una autocrítica grande. Somos responsables de los estereotipos que hemos permitido en nuestros clubes”, aseguró Agustín Pichot, histórico capitán de Los Pumas.
A los 45 años, el argentino es candidato a presidir el World Rugby, la máxima entidad del rugby mundial. Las elecciones serán el próximo 26 de abril y la votación se hará de manera virtual por el coronavirus.
"El rugby es un deporte de fuerza y agresión, pero no justifica que uno sea violento fuera de la cancha. A ningún jugador se lo entrena para ser violento afuera de la cancha. Tenemos que cambiar muchas cosas, y ni hablar de peleas o violencia física o psicológica de cualquier tipo", enfatizó también Pichot sobre el asesinato a Báez Sosa.