La selección jugó como se juegan los clásicos: con intensidad, garra y corazón, se llevó un partido durísimo ante los uruguayos. Agüero, a los 56 minutos, mandó a la red una jugada bárbara: Pastore la pisó como en el potrero, abrió para Zabaleta y “el Kun” se tiró de palomita para poner el 1-0.
Después, Argentina se dedicó a aguantar el resultado ante el empuje rival. Rolan, tras un rebote de Romero, tuvo el empate a los 75 pero la tiró por arriba. A los 90, Abel Hernández metió un zurdazo que “Chiquito” sacó al córner.
El primer tiempo había sido intenso y áspero. A los 25, Agüero avisó con un cabezazo que resolvió Muslera. El equipo de Martino tuvo el 74 por ciento de la posesión en esa mitad, pero le faltó profundidad para lastimar.
En el segundo, la magia de Pastore, la jerarquía de Messi y la cabeza del “Kun” dieron el triunfo y renovaron el sueño. La Albiceleste quedó con cuatro puntos en el Grupo B. Paraguay también suma cuatro, Uruguay uno y Jamaica, próximo rival nacional, nada.