Se terminó la espera. Tras cuatro meses y medio de inactividad la pelota naranja volverá a rebotar en Estados Unidos. La pausa más prolongada en la historia de la NBA llega a su final. Es hora de volver a jugar.
La NBA regresa con una temporada acotada y diferente. El lugar elegido ya despierta fantasías: nada menos que el parque de diversiones Walt Disney World en Florida.
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Serán solo 22 equipos los que pelearán por quedarse con el anillo de campeón el próximo 13 de octubre.
Desde hace un mes los jugadores están aislados en Disney, dentro de un complejo para darle seguridad a todos los participantes. Te contamos algunos detalles de una temporada diferente que será recordada por muchos años.
Todos miran a la burbuja
El estado de Florida es el más castigado por el coronavirus y esta semana batió su propio record de muertos. El complejo de ESPN dentro del parque de diversiones de Walt Disney World funcionará como un bunker de guerra.
Allí, desde hace un mes viven aislados 346 jugadores de los 22 equipos participantes. Las delegaciones quedaron aisladas del mundo exterior y solo pueden salir del complejo de hoteles para ir a entrenar o a jugar los partidos.
Que los equipos estén aislados no significa que no haya contagios. Durante las últimas semanas se registraron un par de casos positivos, pero fueron rápidamente controlados.
En la última tanda de exámenes de Covid-19 antes de la competencia no hubo ningún caso nuevo. Desde la organización espera poder seguir controlando el virus dentro de la burbuja y confían en que la situación no se desborde hasta mediados de octubre.
Mini fase regular
Los 22 equipos jugarán ocho partidos donde se definirán los 16 clasificados a los playoffs. En total serán 88 encuentros donde se sellará la suerte de gran parte de las franquicias. Ya sea para entrar en la postemporada o para asegurarse una buena posición en cada conferencia.
Al cabo de los primeros 14 días seis equipos quedarán eliminados y deberán armar sus valijas para abandonar su burbuja. A partir de ahí se jugará el clásico formato de eliminatorias en series al mejor de siete juegos.
Sin ventaja de localía
La temporada se jugará en el complejo polideportivo de ESPN dentro de Walt Disney World. Se trata de un centro polideportivo de 90 hectáreas donde se pueden realizar encontros de básquet, fútbol, béisbol, vóley y competencias de atletismo. Fue inaugurado en 1997 y en los últimos meses recibió grandes remodelaciones. Los partidos se jugarán en tres pequeños estadios con una capacidad máxima de 8 mil personas cada uno. En esta oportunidad el tamaño de las tribunas no tiene importancia porque los encuentros se jugarán a puertas cerradas.
Los partidos se llevarán adelante sin público y ningún equipo sentirá la comodidad de jugar en sus instalaciones. No se sentirá el rigor de ser local o visitante, y solo las pantallas le darán el color y el calor del equipo que oficie como dueño de casa.
En esta temporada la ventaja de localía dejará de tener sentido y los equipos no podrán sacar provecho de haber conseguido una mejor ubicación en su conferencia durante la temporada regular.
Un anillo, varios candidatos
En una temporada atípica la gran incógnita es saber si los equipos rendirán de la misma en que venían jugando antes del parate. El coronavirus jugará un papel principal y las chances de los equipos dependerán de que ninguna de sus figuras sea contagiada.
En cuanto a los números, los dos líderes de las conferencias arrancan con ventaja para pelear por el título. En el Oeste, Milwaukee Bucks liderados por Giannis Antetokounmpo. En el Este, Los Ángeles Lakers se destacan con la máxima figura de la actualidad LeBron James. Ambas franquicias fueron las mejores en la primera parte de la temporada.
En un segundo pelotón prometen dar pelea y hacer ruido en la burbuja muchos equipos. Se destacan Los Angeles Clippers, Houston Rockets y los defensores del título, Toronto Raptors, aunque sin el poderío que tenían la temporada anterior.
Un juego con grandes ausentes
La nueva temporada den Disney no contará con todas sus figuras. Varios jugadores se bajaron de la nueva temporada declarando que no tenía sentido arriesgarse a contagiarse. Algunos se declararon en rebeldía y verán el juego desde casa.
Entre ellos se destacan estrellas como Kyrie Irving y Kevin Durant (Brooklyn), John Wall (Washington) y Avery Bradley (Los Angeles Lakers).
Otros aprovecharon el parate para operarse y ponerse a punto físicamente para la próxima temporada. Tal es el caso de LaMarcus Aldridge (San Antonio) y Bojan Bogdanovic (Utah)
Tribunas vacías, negocio redondo
Hace tiempo Los dirigentes de la NBA se dieron cuenta que el deporte no necesita de tribunas llenas ni hinchas cantando para sobrevivir. Las franquicias solo necesitan sponsors, expectativas y derechos de televisión para que cierren los números. En este sentido, la temporada se proyecta como un éxito comercial.
Solo resta develar una incógnita: cómo les afectará a los jugadores. En más de una oportunidad, muchos confesaron que la presencia de la gente en la tribuna potencia el juego y que se sienten más cómodos jugando con el público en contra o a su favor.
Asientos virtuales
La NBA ofrecerá un novedoso desarrollo que permite proyectar en directo el rostro de más de 300 aficionados en las tribunas. El sistema, desarrollado por Microsoft, permitirá que los invitados aparezcan en pantallas de 5 metros de longitud. Los hinchas podrán interactuar con el juego y también dará la sensación de estar sentados uno al lado del otro.
Con tecnología, los espectadores también podrán mostrar su apoyo a su equipo con una aplicación que permite compartir animaciones. Además, el show seguirá presente y distintos entretenimientos durante el partido con aplicaciones del celular.