Los sueños se pueden cumplir y la vida puede cambiar de un momento a otro. Así lo demostró la pandemia y así le ocurrió también a Santiago Ramos Mingo, el cordobés de 18 años que este domingo fue citado para el partido en el que Barcelona goleó 4-0 al Villarreal en el arranque de la Liga Española.
Ramos Mingo en el banco de suplentes.
El joven defensor, que hizo sus primeros pasos en una filial de Talleres y luego en el club Atalaya de Córdoba, estuvo desde los 13 años hasta enero de 2020 en Boca. Se fue del Xeneize con polémica porque se negó a firmar contrato y emigró como jugador libre al Barça “B”, la segunda división del conjunto catalán.
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Hasta el momento ni siquiera había podido debutar en el equipo “B” por culpa del coronavirus. Sin embargo, la semana pasada el nuevo DT Ronald Koeman lo vio en una práctica, le gustó y le dijo que se sume a entrenar con la Primera.
A pesar de que no ingresó y estuvo en el banco de suplentes, el mundo entero habló de él porque fue la gran sorpresa en la lista de convocados.
La felicidad
El Doce dialogó con Pedro Ramos, padre de Santiago Ramos Mingo, en la casa de barrio Liceo II sección donde el defensor creció. Allí aún están todos sus amigos y a metros se encuentra la plaza, donde de chico “jugaba a la pelota todo el día y no había forma de hacerlo volver”.
“Papi, parece que estoy adentro de la PlayStation. Me doy vuelta y está Messi, Suárez (que aún no se había ido), Piqué, Ter-Stegen…”, reveló el papá del joven futbolista sobre lo maravillado que estaba su hijo cuando comenzó a entrenar con semejantes cracks.
“Fue una sorpresa. Empezó a entrenar con el primer equipo hace una semana. Es una alegría inmensa”, agregó además Pedro sobre la posibilidad que le dio el entrenador de compartir vestuario y formar parte de la plantilla en el debut oficial del equipo.
“Todavía no se animó a pedirle una foto a Messi”
“Lo tratan re bien, lo integraron al grupo”, contó también y aseguró que “todavía no se animó a pedirle una foto a Messi”, a quien admira y quien lo recibió con los brazos abiertos.
+ VIDEO: Ramos Mingo, intentando marcar a Messi en la práctica:
Una cláusula multimillonaria
Cuando Santiago Ramos Mingo firmó con el Barcelona “B”, el convenio pautaba una cláusula de recisión de 60 millones de euros en caso de que otro equipo quisiera comprarlo antes de que venciera el contrato.
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Pero además, la letra chica tiene un ítem destacado: si el cordobés pasa a formar parte del primer equipo, dicha cláusula aumenta a 100 millones de euros.
Por lo pronto, el joven defensor intentará seguir demostrando sus dotes al DT Koeman para que lo tenga en cuenta y poder cumplir su sueño.