"Acabábamos de perder un partido de fútbol y estábamos teniendo las típicas discusiones; que por qué nos fue tan mal y que quién había corrido menos, ahí empezó todo”. Con esta anécdota Agustín Rozadas, uno de los fundadores de Oliver, resumió el origen de su empresa.
La firma cordobesa surgió en 2018 con el objetivo de acercarle una herramienta a futbolistas amateurs que aspiran a profesionalizarse o mejorar su rendimiento. “Veíamos que los famosos GPS que usan los clubes eran equipos muy caros y no estaban disponibles para la mayoría de los jugadores”, detalló a ElDoce.tv.
Y agregó: “Si pensás en el mundo del deporte como una pirámide, solo el uno por ciento que está en la punta tiene acceso a esas tecnología pero hay una base mucho más grande que también la puede aprovechar”.
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Lo que empezó como el sueño de tres emprendedores hoy es una realidad. La compañía trabaja con equipos en más de 20 países y acaba de firmar un acuerdo estratégico y de inversión con el Barcelona FC.
La alianza fue anunciada por el propio presidente del club, Joan Laporta. Oliver proveerá a la Barça Academy con sus servicios y proyectan llegar a 40 mil nuevos usuarios de las canteras de decenas de países.
La ciencia (y el entretenimiento) al servicio del deporte
La propuesta de Oliver consiste en un pequeño aparato que se coloca en las piernas de los futbolistas. El dispositivo registra cada uno de los movimientos y, a través de ciencia deportiva, combina las métricas con algoritmos para definir el rendimiento del jugador.
Rozadas comentó que uno de sus principales diferenciales es su “capa de entretenimiento”. La marca tiene una app en donde el usuario puede consultar y compartir con otros toda esa información e ir sumando puntos.
“Cada uno accede a los datos de otros jugadores, puede ir comparándose, escalar en un ranking y hasta desafiar a otros”, especificó.
Este aspecto lo hace ideal para quienes están en etapa formativa aunque no son su único público. Por tener un costo más bajo que el de la competencia, el producto tiene una fuerte presencia en ligas de ascenso y regionales y equipos femeninos.
Un producto bien cordobés
La start-up tiene oficinas comerciales y un centro de distribución en España; su equipo de desarrollo sigue estando en la Docta. En Córdoba hoy trabajan únicamente con la inferiores de Belgrano.
En sus inicios Oliver tuvo un importante acuerdo con Talleres. “Fueron los primeros que nos abrieron las puertas”, reconoció Rozadas en referencia al equipo matador. También prestaron sus servicios a Racing de Nueva Italia y a General Paz Juniors.