En el entorno familiar, Corinna Betsh es la “jefa del clan” tituló la revista Bunte. Tras 23 años de matrimonio y a casi cinco del trágico accidente que dejó en estado vegetativo a Michel Schumacher, su fiel esposa es la persona clave en el entorno del múltiple campéon de automovilismo.
La mujer de 49 años de edad, madre de dos hijos, Gina María y Mick, administra todo. Además de mantener bajo estricta reserva la vida de Schumacher, tomó el control de la fortuna familiar, los negocios con patrocinadores y los juicios contra la prensa. "Ella no está bien. Pero trata de ser fuerte para dar su apoyo a Michael. No quiere transmitirle ningún pensamiento negativo", contó Sabine Kehm, representante y portavoz de la familia.
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Para evitar que el terrible accidente destruya la familia tomó medidas claves porque tiene que pagar 165 mil dólares semanales en tratamientos médicos y ya gastó 30 millones de dólares. Vendió el avión privado Falcon 2000 EX en 23,8 millones de dólares, una cabaña en Noruega en 2.5 millones, el Rolls-Royce Phantom coupé en 400 mil dólares y subastó en 7.5 millones el monoplaza con el que en noviembre del 2017 ganó el Gran Premio de Mónaco en 2001.
Sin embargo, su audacia en los negocios no conoce límites. Esta semana se conoció que pagó 30 millones de euros por una lujosa mansión en Mallorca, España que perteneció al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez.