Diego Maradona es sin dudas un ídolo en el fútbol argentino. A sus 59 años, regresó a nuestro país y volvió a dirigir, a sentir la pasión por la pelota que transmite la hinchada argentina -sea cual sea el color del club-.
El Diez, más suelto que nunca y con una calma asombrosa para su estilo, se animó a un variado e íntimo ping pong para el programa Líbero por TyC Sports. Se emocionó hasta las lágrimas, recordó a su querida mamá Doña Tota, habló del difícil momento que atravesó cuando tocó fondo con las drogas y le dio un mensaje a los chicos. ¡También habló de sexo! Acá, algunas confesiones:
¿Recuperaste la felicidad volviendo a entrenar, volviendo al campo de juego? "Nunca dejé de ser feliz. El tema es que se fueron mis dos viejitos. Ese es el único problema que tengo. Lo que me robaron, me sacaron y me siguen sacando, no me importa. Daría todo lo que tengo hoy porque mi vieja se aparezca por esa puerta. Nada más".
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El día que le regalaron una mansión con zoológico. “Un árabe me quiso regalar un zoológico. Le dije: ‘Esperá maestro, quien le da de comer al león, yo tengo un cagazo bárbaro’. La casa era hermosa, pero estaba a 100 kilómetros de la piscina, el baño estaba a 50 kilómetros. Le dije: ‘¿Acá andaban en moto, viejo?’”.
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Diego Maradona, ¿le tiene miedo a? "A nadie. El único que me puede hacer cerrar la boca a mi es Benjamín. Ni la madre, ni la tía ni la abuela. Ni ningún bocón que salga a hablar como la Gata Fernández".
¿Alguna vez viste un ovni? "No, ¿para qué vamos a inventar? Una vez, con unas copas de más, falté a casa tres días. Llegué al cuarto día y dije me llevaron los ovnis (risas). Me llevaron, qué se yo dónde estuve, le dije. No te puedo contar".
¿En qué momento dijiste 'acá toqué fondo'? "En el coma. Me acuerdo que estaba como en brea negra y me tiraban ganchos y yo tiraba la mano y no podía salir. Y yo seguía en coma. Que nadie se ponga ninguna medalla por sacar a Maradona de las drogas. A mí me sacó Dalma, contándome que Gianinna cada vez que salíamos del colegio iba adonde estaba yo en coma y me decía: 'Papá, yo quiero vivir lo que viviste con Dalma. Por eso quiero que te despiertes'. Y ahí me desperté y Dalma me lo volvió a contar. Dije nunca más".
"A los chicos les digo: no a la droga. No tienen participación con la sociedad, con la familia. Eso lo aprendí de mi viejo porque yo no soy mal educado, yo soy mal aprendido. En mi casa me educaron con amor y cuando tomaba falopa no tenía nada, era un zombie. No prueben".
¿Un hotel alojamiento? "Uno al que fui en Río que tenía hasta pileta adentro. ¡Pileta climatizada! Yo digo, está bien que hagan toda la grande acá. Pero una pileta no puede haber. Flasheé como loco. el mejor telo al que fui”.
¿Mañanero o de noche? "Mañaneeroo. Mañanero me encanta. Te levantás con una fuerza. A la noche si tomás una copa, te quedás medio dormiducho y no sentís lo mismo que sentís al otro día".
¿Cada cuánto? "Tres veces por día".
¿Posición preferida en la cama? "En cuatro".
¿A qué edad debutaste? "A los 13 años. En Juan B. Justo y Corrientes en un subsuelo con una señora mayor. Yo estaba arriba y ella leyendo el diario".
¿El lugar más exótico en donde hiciste el amor? "En la Polinesia"
Sexo post partido, ¿sí o no? "Sí, ¿por qué no?".
¿Un arrepentimiento en tu vida? "Muchos. El haber tomado droga. El haberme perdido el crecimiento de mis hijas. El haberme perdido varias fiestas de fin de año o de entrega de diploma".
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