El fútbol argentino vive realidades completamente distintas. Mientras los clubes de Primera División entrenan hace un par de semanas y algunos se preparan para volver a competir por Copa Libertadores, otros no saben cuándo podrán volver a tocar una pelota.
La cuarentena obligó a millones de argentinos a quedarse en casa y, a medida que pasaron los meses, pudo volver a hacer una vida normal. Sin embargo, hay futbolistas que todavía no saben si este año podrán volver a pisar el verde césped.
Se trata de los jugadores del Torneo Regional Federal Amateur, la cuarta categoría del fútbol argentino para los clubes del interior. Desde AFA, a través del Consejo Federal, volvieron a posponer la vuelta a los entrenamientos para octubre y muchos temen que la competencia se suspenda por lo que queda del 2020.
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Este martes, cansados de esperar una respuesta que no llega, representantes de los clubes de la provincia que compiten en la categoría se juntaron en cancha de Racing para hacer conocer su voz.
Se trata de jugadores de Racing, General Paz Juniors, Argentino Peñarol, Sportivo Colonia Tirolesa y Club Atlético y Biblioteca Bell. Aseguran que el parate los afecta física, psíquica y económicamente.
“Puede llegar a pasar un año sin que podamos entrenar. Inevitablemente la cabeza y el cuerpo te dejan de responder. Es una cuestión de salud y pedimos que nos den una solución” sostiene Álvaro San Emeterio, defensor de Argentino Peñarol.
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Las demás categorías de ascenso tienen fecha de regreso a los entrenamientos. Los clubes de Primera Nacional lo harán esta misma semana. El Torneo Federal A y las demás categorías de Buenos Aires lo harán durante septiembre, pero no hay certezas sobre el Regional Amateur.
“Volver a ponernos a punto físicamente tomará más de seis semanas y, si volvemos a entrenar en octubre, recién vamos a estar en condiciones de competir a fin de año. Esta incertidumbre nos corta las piernas. Están jugando con el sustento de nuestras familias” asegura Diego Antonio, arquero de General Paz Juniors.
“Un club cerrado sufre. Los están destruyendo lentamente. No solo se trata de los jugadores, muchas personas viven de esto. Si esta situación continúa, muchos clubes van a tener que cerrar porque sin ingresos es imposible sostener la estructura” lamenta Nano Martínez, delantero de Racing de Nueva Italia.