Marcelo Martínez, abogado cordobés de 54 años, vive una pesadilla de octubre del año pasado cuando fue detenido en Doha. Había llegado en mayo junto a su esposa con la intención de iniciar una nueva vida en el país árabe en los meses previos al inicio del Mundial de Qatar.
Junto a otro argentino fue acusado de formar parte de una banda que se dedicaba a estafas, lavado de dinero y asociación ilícita a través de alquileres temporarios. El hincha cordobés había alquilado cuatro departamentos en una inmobiliaria –uno para él y el resto para sus amigos- y cuando fue a cancelar la deuda lo atacaron. Pese a que hizo la denuncia, 24 horas después lo arrestaron.
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Estuvo 78 días tras las rejas. Se perdió de ver a la Selección Argentina ganar la tercera Copa del Mundo. Lo liberaron el 28 de diciembre y le informaron que era inocente y lo absolvieron. Pero la investigación no cerró y no puede volver a Argentina porque pesa sobre él un bloqueo en el aeropuerto de Qatar que no le permite salir.
“Yo no tuve problemas con nadie, podía explicar todo”, expresó Martínez en diálogo con Todo Noticias y aclaró que contaba con los contratos de alquiler y recibos. Recordó que cuando lo fueron a buscar a su casa para llevárselo detenido le pidieron que “se llevara algo de ropa”. “Pensé que iban a ser algunos días hasta que se aclarara todo. Sin embargo, el fiscal le pidió al juez extender 30 días mi detención, sumados a otros 50 que vinieron después”, lamentó.
78 eternos días en la cárcel de Qatar
Durante una semana, Marcelo Martínez estuvo en un centro de detención temporario y luego fue trasladado a una cárcel. Esos meses sintió que su “vida estaba arruinada”. Apenas lo arrestaron, lo despojaron de todas sus pertenencias: anillo de casado, teléfono y ropa que llevó.
“Comíamos mayormente arroz con alguna proteína. Jugábamos a las cartas, nos contábamos historias”, relató. Los partidos de Argentina los vio en una sala donde “había una pantalla de 50 pulgadas” y les daban de comer y beber.
Aseguró que “el Mundial lo salvó” porque “necesitaba que pasara el tiempo”. Aunque reconoció que “vio los partidos de Argentina sin sentimientos”. “No tenía con quién disfrutarlos ni festejarlos. Soy el único hincha que no festejó el Mundial”, lamentó.
Libre, otra vez
El 28 de diciembre, Martínez salió de la cárcel y al regresar al departamento no encontró nada de sus pertenencias: “Me faltaba todo”.
Ahora afirma que “está en la ruina”. “Perdí muchísima plata. Tenía todas las entradas, tuve que pagar abogados... El departamento que vendí antes de viajar también lo perdí”, expresó el cordobés.
El 3 de mayo, cuando dejó Argentina junto a su esposa, vendió un departamento en Buenos Aires. Ambos tenían esperanzas de encontrar trabajo y no descartaban quedarse a vivir después del Mundial.
Desde hace dos meses, está alojado en un hotel con su esposa y tiene gastos diarios de entre 50 y 60 dólares. Cambian de hotel cada tanto e incluso llegaron a alquilar una habitación por cuatro días.
Confesó que “sufre ataques de ansiedad” y su “situación es crítica”. Solo desea que la justicia qatarí le permita tomar un vuelo y rehacer su vida en Argentina.