A meses de cumplir los 40 años y pese a firmar un contrato hace pocas semanas, Pablo Prigioni sorprendió: a través de Twitter, le puso punto final a su sensacional trayectoria como basquetbolista.
"Dentro de mí sentía que el día que tuviera señales muy claras de mi cuerpo y de mi cabeza que me indicaran que había llegado el momento de dejarlo, prestaría atención a esas señales y tomaría la decisión sin dudarlo. Como siempre hice durante mi carrera. Cuando he tomado una decisión, siempre he estado 100 por ciento convencido", publicó el ya ex jugador en Twitter.
"Como siempre hice durante mi carrera. Cuando he tomado una decisión, siempre he estado 100 por ciento convencido", escribió Prigioni.
En la Selección Argentina, el Monito fue uno de los emblemas luego de la medalla de oro que consagró a la Generación Dorada. Tomó el mando que dejó Juan Ignacio "Pepe" Sánchez y estiró la época gloriosa con 85 partidos en los que logró un cuarto puesto en el Mundial de Japón 2006, la medalla de bronce en Beijing 2008 y el cuarto lugar en Londres 2012.
"Ni mi cabeza ni mi cuerpo tienen ya la fortaleza que yo como competidor le exijo para competir al más alto nivel", agregó con la sinceridad acostumbrada el riotercerense. "Jamás pensé que ambos me pudieran llevar tan lejos y tan alto. He superado límites que jamás había imaginado", resaltó.
Su viaje por el básquet
Prigioni surgió de 9 de Julio de Río Tercero. En Argentina también jugó en Social Ramallo, Belgrano de San Nicolás y Obras. Luego saltó a España, donde se destacó en el Fuenlabrada, Alicante, Tau, Real Madrid y Baskonia.
En 2012 cruzó el Atlántico otra vez, pero para jugar en la NBA. Allí estuvo en tres franquicias: los New York Knicks, Los Ángeles Clippers y Houston Rockets. Tras ser cortado en este último, firmó con Baskonia, donde es una leyenda, aunque dijo basta luego de seis partidos.