Que Lionel Messi es el mejor jugador del mundo y la pieza clave de la Selección Argentina en el Mundial de Rusia, no quedan dudas. Pero hasta el mejor puede tener una gran cuenta pendiente. Ante Francia, el 10 tampoco pudo convertir en un partido de eliminación directa de una Copa del Mundo.
En Alemania 2006, la Pulga arrancaba como suplente con solo 19 años. Si bien ingresó en el cruce de octavos ante México, se quedó con las ganas en los cuartos ante Alemania.
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El Mundial de Sudáfrica 2010 mostró a un Messi decisivo como generador de juego, aunque no logró marcar ningún gol. Tampoco pudo gritar ante México en octavos y lejos estuvo de hacerlo, otra vez, ante Alemania en cuartos.
Brasil 2014 también le negó la alegría a Lio. Una asistencia clave a Di María contra Suiza, un gran partido ante Bélgica y el esfuerzo ante Holanda y Alemania no alcanzaron para convertir.