Creer o reventar. Lo cierto es que la habitación 1313 (sí, dos veces 13) del hotel Oatlands Park, ubicado en las afueras de Londres, parece maldita. Por lo menos, para el seleccionado de rugby de Gales que disputa el Mundial de Inglaterra.
Recién ahora se conocieron los problemas que tuvo para dormir Sam Warburton, capitán del equipo, en la primera semana del torneo. El rudo jugador, de 108 kilos, pidió que lo cambiaran de habitación después de que a su compañero Dan Lydiate le apareciera la imagen del rey Enrique VIII, reconocido por su característica barba y quién, justamente, unió a Inglaterra con Gales.
"Dan pensó al principio que se trataba de Jake Ball", explicó el preparador físico Paul Stridgeon, en referencia a un compañero de equipo que tiene barba pelirroja. "Pero no, parece que lo vio a Enrique VIII...", completó riendo, ante los periodistas. Lo insólito es que el jugador que vio al "fantasma" no tuvo problemas para conciliar el sueño, pero el capitán "arrugó".
Según el diario Clarín, en Gales explican que la presencia extraña puede deberse a la trágica muerte de una mujer que trabajaba en el hotel en el siglo XIX y que se tiró al vacío desde la habitación 1313.
La situación generó las burlas del resto del equipo. Pero lo único cierto es que ninguno de los jugadores del plantel de Gales volvió a alojarse en esa pieza. "Tan machos que parecen", dijo una periodista de ElDoce.