Emanuel Bilbao, arquero suplente de Instituto, agradeció estar vivo a un mes de que le diagnosticaran un aneurisma de la arteria carótida interna izquierda. En diálogo con Arriba Córdoba recordó cómo comenzó la pesadilla y reconoció el rápido accionar del club y de los médicos que lo atendieron.
El jugador de 32 años reveló que en momentos de mucho cansancio, el párpado izquierdo se le cerraba. Hasta que comenzó con fuertes dolores de cabeza y de ojo y, ante la preocupación, fue a una guardia médica.
+ VIDEO: El arquero de Instituto habló en Arriba Córdoba
“El dolor no aflojaba. Llegué al club y le dije al doctor que no aguantaba más, pero iba a entrenar”, relató Bilbao. Les pidió “por favor que hicieran algo” e inmediatamente le realizaron una resonancia. Ahí le detectaron el “bendito aneurisma”.
El arquero suplente de La Gloria reflexionó: “Gracias a Dios se detectó a tiempo porque era una bomba de tiempo adentro de la cabeza”.
+ MIRÁ MÁS: Agenda futbolera: Instituto y Racing de Nueva Italia, por el ascenso, y los cordobeses por el mundo
Asegura que atravesar esa situación “fue el partido más difícil”, pero supo salir adelante con la ayuda de las autoridades del club, los profesionales de la salud y el apoyo del equipo.
Bilbao aguarda con mucha ansiedad pisar otra vez el Monumental de Alta Córdoba, pero para volver a la cancha debe completar el proceso de recuperación ya que fue sometido a una intervención quirúrgica de riesgo.
Crece la ilusión por el ascenso
El pasado sábado Instituto le ganó a Defensores de Belgrano y pasó a la final del reducido por el ascenso a Primera División.
En este contexto, Emanuel Bilbao aseguró que “es inexplicable cómo se vive del alambrado para afuera”. Resaltó que los nervios invadieron su cuerpo en las semifinales, pero reconoció que debe tomarlo con calma para priorizar su salud.
“Muy contento de lo que estamos logrando con el equipo y ahora vamos por el último pasito, si Dios quiere”, manifestó orgulloso de ser parte de Instituto.