Una extensa investigación está siendo realizada en Brasil por un escándalo de arreglos de partidos en la primera división del fútbol. La Confederación Brasilera de Fútbol (CBF), par de la AFA, había pedido la intervención estatal, por lo que el Ministerio de Justicia de ese país ya tomó cartas en el asunto.
La investigación comenzó analizando partidos de 2022, y se agregarán pesquisas sobre encuentros de la segunda división. La acusación de los fiscales sostiene que algunos jugadores involucrados recibieron sobornos de entre 50.000 y 100.000 reales (10.000 a 20.000 dólares) para cometer penales o hacerse amonestar.
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Algunos de los clubes implicados ya han tomado medidas preventivas contundentes. Athletico Paranaense suspendió preventivamente al brasilero Pedrinho y al ecuatoriano Bryan García, hasta tanto concluya la investigación. Richard, de Cruzeiro, Nino Paraiba, de América MG y Vitor Mendes, de Fluminense, recibieron sanciones parecidas.
Otro caso es el de Curitiba, que también habría suspendió a Alef Manga y Jesus Trindade por estar involucrados. Sin embargo el abogado de ambos negó su participación. También se habla del Inter de Porto Alegre, que informó que su jugador Mauricio, a quien la prensa vinculó con el escándalo, no jugará el próximo partido contra Athletico Paranaese.
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Si bien la fiscalía no confirmó a los medios que todos estos jugadores estén siendo investigados, sí reportó que 16 personas están implicadas en el caso, incluidos otros siete futbolistas.
Asimismo, la MLS de Estados Unidos comunicó que un jugador, al que no identificó, también estaría involucrado en apuestas ilegales y por eso fue suspendido en su club. El medio O Globo indicó que se trata del brasilero Max Alves, de los Colorado Rapids, club que si bien admitió tener un jugador en esa situación, no confirmó su nombre.