Hernán Boyero, más conocido como El Flaco, hoy tiene 37 años y su vida está más que alejada del fútbol, donde obtuvo importantes logros y donde, especialmente, se ganó el cariño de los hinchas de Instituto.
Su padre siempre lo incentivó a trabajar con los fierros y arriba del camión. Dejó de ser “un obrero del fútbol” para darle pelea al taller de chatarra familiar. Sueña con lograr su propia empresa y aseguró que, de acá a 20 años, va a “seguir contento”.
+Mirá el informe especial de Agustín Burgi para #JugadoresDeLaVida
En su depósito, donde pasa horas trabajando, siempre tiene una pelota cerca. Aunque ya no extraña ese mundo. “Creo que las cosas no terminaron como yo hubiera querido”, reflexionó emocionado y reveló que no le hubiera gustado retirarse en Instituto porque “no quería quedar con una mala imagen, no iban a ver al Boyero que conocieron cuando tenía 22 años”.
Con humildad y sencillez, lucha día a día por dejarles una enseñanza a sus hijos. En Río Segundo, la ciudad que lo vio crecer, desea llegar a ser intendente. “Voy a intentar, no es fácil. Se necesita el apoyo de mucha gente y no tengo dinero para invertir. Pero obviamente no le tocaría un peso a mi pueblo”.