Nuevamente hay que lamentar otro hecho de violencia en el fútbol argentino. Este jueves Almagro enfrentó a Atlético de Paraná con el objetivo de meterse de lleno en la pelea de arriba, en la B Nacional. Pero los barrabravas dieron la nota en medio del partido.
El futbolista Franco Quiroz se acercó al alambre para calmar a la hinchada, que estaba cerca del sector de los dirigentes y familiares de los jugadores del equipo visitante. La Policía comenzó a reprimirlos con gases lacrimógenos y balas de goma.
En medio de los incidentes, Quiroz resultó baleado en la cabeza. Inmediatamente fue derivado al hospital donde le quitaron el perdigón y recibió algunos puntos de sutura. Afortunadamente está fuera de peligro, según informaron los médicos.
El técnico de Almagro, Felipe De La Riva, se mostró indignado ante los hechos: “Esto es más de lo mismo. No se va a solucionar nunca. Somos todos rehenes de esta situación”.