En los países futboleros, los clásicos generan una tensión permanente que desata todo tipo de reacciones. Por ejemplo... ¡Que los entrenadores quieran jugar! Eso le pasó a Ricaro La Volpe en México cuando su equipo, América, perdía por 1-0 ante Chivas de Guadalajara.
Iban 30 minutos del segundo tiempo cuando el entrenador argentino hizo un paso adentro del campo y le quitó la pelota a Jesús Sánchez, jugador del equipo rival, derribándolo al suelo. Por supuesto, se fue expulsado. Insólito, mirá.
El partido terminó 1-0 y las Chivas volvieron a ganar el clásico más importante del fútbol mexicano luego de seis años.
Por su parte, el equipo de La Volpe no arrancó bien la presente liga mexicana: está en la posición 14 de 18 equipos, con apenas siete de 21 puntos posibles. En el torneo anterior, América había llegado a la final.