Mientras el fútbol profesional da más disgustos y polémicas que alegrías, el amateur siempre regala historias que vale la pena contar. Ese fue el caso que vivió Pablo Jular, jugador de Atlético Santa Rosa, durante el partido ante Unión Laspiur, por la Liga Regional.
El muchacho vio la roja y se sentó al costado de la cancha cargado de ira. En el portal Panorama Deportivo, contó qué le pasó después: "Me senté solo y no quería hablar con nadie. Hasta que se me acercó la niña y me empezó a hablar y yo no le respondía. Ella me siguió hablando y me preguntaba qué me pasaba, por qué estaba mal, por qué me habían expulsado. Ahí me di cuenta que estaba haciendo las cosas mal".
"La nena me preguntaba qué me pasaba, por qué estaba mal, por qué me habían expulsado. Ahí me di cuenta que estaba haciendo las cosas mal", contó el futbolista.
"Cuando uno está en la cancha a mil no se da cuenta de lo que hace. Nosotros los grandes tenemos que dar el ejemplo, si nosotros no lo damos qué le podemos pedir a ellos que son chicos", reflexionó el jugador sobre la lección que aprendió. Ya emocionado, decidió sacarse las canilleras y regalárselas al hermanito de la nena, fana del fútbol.
Movida solidaria
Pero la historia no terminó ahí. El periodista Diego Gómez, dueño del portal informativo, averiguó quién era la nena y compartió los datos para ayudar a la familia. Morena tiene cuatro hermanos y un primito, Tiziano, que sueña con un par de botines. Enterate cómo ayudarlos entrando acá.