Hay que ganar como sea. La Selección Argentina tiene la última chance de entrar, al menos, al repechaje para ir al Mundial Rusia 2018. Para no depender de nadie, necesita una victoria en la altura de Quito ante Ecuador por la última fecha de las Eliminatorias.
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El plantel llegó esta tarde de martes a la capital ecuatoriana, donde una curiosa presencia no pasó desapercibida para los periodistas argentinos. Se trata del brujo Manuel, de La Plata, quien -aseguran los que saben- habría sido clave en la Copa Libertadores de Estudiantes del 2009.
Dada su reputación, lo llamaron desde el cuerpo técnico de Jorge Sampaoli para que trabaje en Quito. Manuel aceptó con la condición de que los jugadores quedaran al margen, informa Clarín. Hasta Chiqui Tapia, presidente de la AFA, habría dado el visto bueno para la llegada del brujo.
Creer o reventar. Quizás los jugadores y el cuerpo técnico no estén solos luchando contra el mal de altura, la presión de tener que ganar, la falta de gol y sus propios demonios. Una ayuda espiritual podría darles una mano para estar en Rusia el año que viene.