Apenas terminó el partido y el 1-1 de la Selección Argentina ante Islandia era un hecho, Lionel Messi revoleó la pelota ante la vista de todo el estadio. Con visible tristeza, el mejor jugador del mundo abandonó el estadio del Spartak entre lamentos.
Ese sabor a poco continuó en la zona mixta, en la que Lio se culpó por patear mal el penal pero pidió mirar hacia adelante. "Me siento responsable por no habernos llevado los tres puntos. Estaba muerto después del penal. Pero, ahora esto nos tiene que hacer más fuertes", dijo.
"Estaba muerto después del penal, pero esto nos tiene que hacer más fuertes", destacó Messi.
"Obvio que me siento responsable. Haber convertido el penal nos hubiera dado tranquilidad. Era hacer el gol en el momento justo", analizó, y explicó por qué lo pateó tan débil: "Lo decidí en el momento. Quise tirarlo a ese palo, pero me salió a media altura".
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De cara al partido del jueves con Croacia, Messi puso paños fríos al dramatismo ya generalizado: "Nos vamos tranquilos, no hay que volverse locos. Con bronca y dolidos porque merecimos ganar el partido y esos tres puntos nos hubieran dado más tranquilidad todavía. La idea sigue siendo la misma: ganar los dos partidos que vienen. Ahora hay que descansar bien y preparar el partido con Croacia, que será igual de difícil que este".
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