A casi tres meses de ser campeón del mundo, Lautaro Martínez dejó varias perlitas desconocidas del título en Qatar y, sobre todo, de los festejos del plantel en la Ciudad de Buenos Aires a las pocas horas de levantar la Copa.
"A las 11 de la mañana cuando salimos para el obelisco que era imposible llegar, que nosotros ya sabíamos que no íbamos a llegar porque era imposible... Eran cinco horas que estábamos ahí arriba y obviamente queríamos llegar como sea, pero era imposible... La gente no se movía, las autopistas estaban colapsadas", recordó en una entrevista con TyC Sports.
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Ni los propios futbolistas se imaginaron que la caravana en el colectivo descapotable iba a cumplir solo una pequeña parte del recorrido programado. Las calles de la Capital Federal se colmaron de hinchas y el recorrido se cortó después del mediodía.
Martínez contó que no sabían que iban a ser trasladados en helicópteros por encima de la ciudad. "En un momento el colectivo empieza a acelerar y dobla a la derecha y se mete en este lugar donde nos estaban esperando los helicópteros", afirmó el delantero del Inter italiano.
Y agregó: "Nosotros estábamos arriba del techo y no entendíamos nada, en un momento nos empezamos a mover y la gente de seguridad nos empezó a bajar del techo".
En ese momento, el ex-Racing de Avellaneda confesó su miedo a los helicópteros, pero no le importó mucho por el "estado" que tenía. "Ahí tenía un pedo bárbaro, así que me subí", detalló.
El Toro igual se atajó y quemó a dos de sus compañeros: "Alguno de los chicos estaban saltando, Alexis (Mac Allister), Julián (Álvarez), ellos estaban peor que yo". Según precisó el delantero, al momento de la caravana en micro "había champagne, había cerveza, había todo pero no hielo". "Estaba pegadizo el tema, ja", cerró entre risas.