Como nunca antes, Lionel Messi explotó de bronca por lo que sucedió con la Selección Argentina en la Copa América de Brasil. Los dos penales no cobrados contra los locales en semifinales y su injusta expulsión en el partido por el tercer puesto fueron más que suficiente y el capitán argentino denunció "corrupción".
"Con una amarilla se terminaba. Lo que dije la vez pasada capaz que pasó factura y fue mandado", dijo sobre la tarjeta roja y sus críticas tras el escándalo con Brasil. Con ese enojo, decidió no ir a buscar la medalla del tercer puesto y lo explicó con una frase que quedará en la historia: "No tenemos que ser parte de esta corrupción, fue una falta de respeto".
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"No nos dejaron estar en la final, la corrupción y los árbitros no permiten que la gente disfrute del fútbol", reforzó, y se mostró tranquilo frente a posibles represalias. "A la verdad hay que decirla. Que hagan lo que quieran, yo me voy tranquilo y orgulloso de este grupo", destacó.
"No tenemos que ser parte de esta corrupción, fue una falta de respeto".
¿Si hubo favoritismo con la selección local? Para Lio no hay dudas: "La Copa América está armada para Brasil. Ojalá el VAR y los árbitros no tengan que ver en la final y que Perú pueda competir, pero lo veo difícil".
Por último, y tras celebrar la "tranquilidad" que le da que Scaloni haya sido confirmado hasta diciembre como DT, Messi confirmó que piensa que su expulsión fue por criticar a los árbitros de la semifinal: "Yo siempre digo la verdad y soy honesto, después si lo que digo afecta ya no es parte mía. Creo que la expulsión fue por lo que dije".
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