Oficialmente, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se rompió. Daniel Angelici, secretario general, Rodolfo D'Onofrio, vicepresidente 1º y Matías Lammens, tesorero, presentaron en la tarde del lunes sus renuncias y abrieron la posibilidad de una intervención del Gobierno Nacional.
Sin embargo, las renuncias quedaron en suspenso hasta este martes, cuando se reanude la asamblea que pasó a un cuarto intermedio.
La medida se tomó en el marco del avance de la Superliga, que reuniría a los principales equipos del país en un torneo organizado por fuera de AFA. El formato sería similar al de la Premier League de Inglaterra o a la Liga de España y, prometen los impulsores, aseguraría un reparto de fondos más equitativo.
En ese sentido, los presidentes de Boca, River, San Lorenzo y Racing se reunieron con Javier Tebas, presidente de la Liga Española de Fútbol. En la reunión, el dirigente explico punto por punto los resultados del proyecto español.
La idea era votar la Superliga en una Asamblea Extraordinaria luego del encuentro. Sin embargo, los dirigentes de las categorías del ascenso que asistieron al predio de Ezeiza se retiraron apenas terminaron las explicaciones de Tebas y la falta de apoyo motivó la decisión de los dirigentes de más peso.